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Nacho Buse inició su camino como tenista en el Club, a la edad de siete años.  

 

Es el deportista del momento, el más reciente héroe de un país con hambre de gloria. Ignacio Buse, ‘Nacho’ para sus amigos y seguidores, tiene 21 años y acaba de liderar a la selección peruana de tenis que logró el pase a los qualifiers de la Copa Davis luego de 18 años de ausencia. “Representar al Perú es algo que soñé siempre, un objetivo de toda la vida”, nos dice. Estamos en nuestra filial Villa Deportiva, en una de las canchas de tenis que vieron crecer a la actual raqueta número uno del país. “Estoy muy contento de estar aquí”, agrega, minutos antes de compartir la tarde con la nueva generación de tenistas celestes que, como él, sueñan en grande. Porque, antes de convertirse en tenista profesional, Nacho pasó una década construyendo ese sueño. Lo hizo con nosotros, desde que, a los siete años, ingresó a nuestra academia de tenis. “Éramos una gran familia, un grupo muy unido, competitivo; había un ambiente muy sano”, recuerda. “En el Club fui creciendo, viví experiencias que suman, aprendí a gestionar mejor las situaciones propias de esta disciplina. Desde muy pequeño, en el Regatas me inculcaron valores muy sólidos, como la unión y la perseverancia. No hay mejor sitio para formarse como deportista”. 

 

“En el Regatas creces con unos valores muy sólidos”, nos dice Nacho a propósito de sus años formativos en el Club. 

 

Desde niño Nacho participó en torneos nacionales e internacionales, siempre con el respaldo de su madre, Betty Acurio, y de su padre, Hans Buse, quien además es coach de tenis. A los ocho ganó un campeonato internacional en Florida; a los doce fue convocado a la selección peruana de su categoría; a los catorce ya brillaba en el circuito Cosat; a los dieciséis fue finalista en el prestigioso Orange Bowl, y a los dieciocho, en dupla con Gonzalo Bueno, fue subcampeón de Roland Garros Junior 2022. Ese mismo año ingresó al ránking ATP, donde hoy se ubica en el puesto 112 y ya ostenta dos títulos (en los Challenger 2025 de Heilbronn y Sevilla).

¿Qué consejo se anima a dar a nuestros jóvenes tenistas? Que, cuando estén compitiendo, no piensen tanto en ganar, sino en lo que tienen que hacer dentro de la cancha. “Que disfruten cada punto. Nuestra felicidad no depende de un resultado; lo importante es estar tranquilos con nuestro rendimiento. No se sientan presionados. Vivan el proceso: el objetivo principal es mejorar”. 

En el caso de Nacho, el objetivo de cara a fin de año es meterse en el top 100 del ranking ATP. Mientras tanto, las maletas ya están listas para su siguiente parada: el Challenger de Lisboa. Toca jugar y disfrutar.  

 

Imagen eliminada.
El pasado 13 de septiembre, la selección peruana de tenis ascendió a los qualifiers de la Copa Davis tras derrotar a su similar de Portugal.